Porque la calle es nuestra
Cristina Vidal,
La crisis actual (como ya advierte la ONU) se va a cebar sobre todo con el sexo femenino. El incremento de la violencia de género la crisis en cuidados, problemas de conciliación, teletrabajo … y le sumamos que desde que empezó la pandemia se ha culpado al feminismo de propagar el virus. Un ataque de tantos que recibimos por el 8M de 2020, como si hubiese sido el único evento multitudinario en marzo de 2020.
En 2021 no iba a ser diferente, este año nos viene cargado de anécdotas, criticas y demás desaires, como cada año. Por qué claro, es muy fácil, por desgracia, cuestionarse los derechos de las mujeres por las razones que el patriarcado de turno se quiera marcar. Y es que como dijo nuestra querida Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. Y con una de las mayores crisis de la historia pasando sobre nosotras no iba a ser menos.
Por lo que creo que el feminismo este año tiene que estar más unido que nunca, para luchar por los derechos que hemos conseguido y los que nos quedan por conseguir. Por ello os ánimo, a que el 8m hagamos una reflexión sobre la situación actual de la mujer en España. Donde la tasa de desempleo se ha disparado, donde las mujeres estamos más expuestas el virus con trabajos precarios o trabajando en cuidados. El 70% del personal de atención médica y servicios sociales del mundo son mujeres, el transporte público es precario (por lo menos en Murcia) y el 70% de las que utilizan este transporte son mujeres. Porque el 82% de los hogares monoparentales están a cargo de mujeres y la conciliación brilla por su ausencia. Y podríamos seguir “brindando” datos donde mostraremos la desigualdad en la que nos encontramos.
Por ello, este 8m “La calle es nuestra” y con ello no os animo a todas a salir y exponeros al famoso virus, (que la que quiera y pueda, adelante), si no, visibilicemos, hagamos huelga, colguemos en nuestros balcones el símbolo feminista, una pancarta un “lo que sea” , una videollamada con tus compañeras para hablar sobre todo esto… Demostremos que el feminismo no está dormido, que seguimos luchando por lo que merecemos, unidas compañeras por un futuro feminista.