No somos esclavos del turismo

Este jueves y viernes, el corazón turístico del sur de Tenerife fue testigo de algo más poderoso que una marea de cruceros o un récord de ocupación hotelera: una marea de dignidad. Hasta 10.000 trabajadores del sector hostelero, según los sindicatos, tomaron las calles de Costa Adeje y Playa de Las Américas con un mensaje que retumbó entre resorts de lujo y terrazas con menú en inglés: “Trabajo sí, esclavos no”.
La protesta, convocada por CCOO, UGT, USO, Intersindical y Sindicalistas de Base, marcó el cierre de dos jornadas de huelga que han puesto contra las cuerdas a la patronal turística. La amenaza está sobre la mesa: si no hay avances reales, se avecina una huelga indefinida.
¿Qué está pasando?
El turismo en Canarias bate récords de visitantes y beneficios… pero quienes hacen posible esa “experiencia paradisíaca” apenas llegan a fin de mes. Camareras de piso, cocineros, recepcionistas y camareros han dicho basta. Exigen mejoras salariales, respeto a su antigüedad, herramientas que alivien la carga física (como camas elevables en los hoteles), y sobre todo, un reparto justo de la riqueza.
¿La gota que colmó el vaso? El intento fallido de acuerdo con la patronal: un tibio 6% de subida salarial y promesas que, para muchos, suenan a migajas en un contexto de beneficios récord para los grandes complejos turísticos.
¿Y los turistas?
Lo que podía haber sido un conflicto incómodo fue, en muchos casos, una lección de solidaridad inesperada. Muchos visitantes, sorprendidos, aplaudieron la manifestación, ondearon banderas sindicales e incluso preguntaron cómo podían apoyar. Los trabajadores, por su parte, repartieron folletos en inglés explicando sus motivos. ¿Resultado? Fotos, vídeos, sonrisas… y un mensaje que cruzó fronteras: “No hay vacaciones sin derechos laborales”.
¿Y ahora qué?
Con un seguimiento de huelga del 70%, según los sindicatos, y la amenaza clara de que esto no se va a quedar aquí, los próximos días serán clave. En Las Palmas, sí se llegó a un acuerdo con subida salarial del 9% y un pago extra de 650€. ¿Por qué Santa Cruz de Tenerife no? ¿Por qué siguen apretando mientras los hoteles hacen caja?
Este conflicto no es local, ni aislado. Es un síntoma de un modelo que necesita repensarse. Si el turismo es la joya de la corona canaria, es hora de que quienes lo sostienen tengan algo más que las migajas del banquete.