Los jóvenes y el empleo durante la pandemia
Los jóvenes y el empleo durante la pandemia
A finales del año pasado aprobó un Plan de Choque por el Empleo Joven. Este plan tenía como objetivo en el plazo de dos años reducir el paro juvenil del 30% al 23,5%. Con esto se hubiera conseguido incorporar al mercado laboral a 168.000 de los 528.000 jóvenes menores de 25 años que se encuentran en paro. El Covid-19 ha supuesto un auténtico revés para este plan, ya que no solo no se ha reducido un indice de paro juvenil que este ha aumentado hasta llegar al 43,9%. Es decir, prácticamente la mitad de los jóvenes se encuentran en paro.
Este dato, ya de por sí alarmante, se dispara cuando lo comparamos con la tasa de desempleo. La cual en 2019 era del 13% y actualmente está en el 16%. Con estos datos queda latente que a nivel laboral la juventud es el sector más duramente golpeado. ¿A que se debe este fenómeno?. Para responded a esta pregunta hemos de pararnos en cuales son los principales sectores en los que trabaja la Juventud. Un informe reciente del Consejo de la Juventud Española nos indica que casi el 20% trabaja en comercio (dependientes en pequeños establecimientos, vendedores a domicilio…) y un 15% trabaja en hostelería. Es decir, el 35% de la Juventud española trabaja en los dos sectores que han sido los primeros en echar el cierre o en recortar la plantilla durante el confinamiento. La situación no acaba aquí, en el mismo informe se extrae como conclusión que también encabeza, en número de trabajadores, los sectores con mayor vulnerabilidad a corto plazo: Arte, construcción y administración. Es decir, la juventud está a la cabeza ocupando los puestos de trabajo más precarios temporales e inestables.
Si hay alternativa: Ni un recorte más y redistribuir la riqueza.
Dada la situación se están reajustando los objetivos, recientemente se ha aprobado un Plan de Choque por el Empleo Joven; que engloba 50 medidas en 6 ejes: orientación, formación, oportunidad de empleo, igualdad de oportunidades en el acceso de empleo, emprendimiento y mejora del marco institucional. Con esto se pretende formar una especie de “escudo social” que sirva de barrera y que incentive la participación de los jóvenes en el mercado. Pero este plan es poner un pequeño parche a un problema que necesita una reparación de arriba a abajo. Para empezar, hay que abordar problemas como los riders, hay unos 15.000 solamente registrados, aunque es presumible que haya el doble trabajando sin contrato. No aparecen en las gráficas anteriores; pero el 90% de la plantilla son menores de 30 años y se está aceptando como un nuevo tipo de trabajo fruto de la “nueva economía”. Mientras tengamos normalizada este tipo de esclavitud asalariada es imposible que nos podamos plantear un futuro distinto para la juventud de nuestro pueblo.
Resignarnos con que el futuro laborar de la juventud es el trabajo precario y temporal es no ver la riqueza que tiene el país y las capacidades que tienen nuestra juventud. En España sobran los recursos, somos el 5º país más rico de Europa. Hemos de emplear esos recursos para desarrollar el tejido productivo, garantizando las medidas sanitarias pertinentes a la vez que se apuesta por el sector industrial y las nuevas tecnologías. Solo así se podrán desarrollar todas nuestras capacidades y poder revertir está situación donde casi la mitad de una generación de trabajadores está en paro.
Los jóvenes y el empleo durante la pandemia