La invasión israelí del Líbano: la agresión imperialista amenaza la paz mundial
En el triste aniversario del genocidio de Gaza, Israel, con el apoyo de Estados Unidos, ha lanzado su tercera invasión del Líbano. Este acto de agresión abierta lleva a Oriente Medio al borde de una guerra catastrófica con consecuencias nefastas para la paz mundial.
La maquinaria bélica israelí no perdió tiempo. A las pocas horas de iniciar la invasión terrestre, Irán respondió con su mayor bombardeo de misiles contra Israel hasta la fecha. Aunque la mayoría fueron interceptados, algunos misiles iraníes penetraron las famosas defensas aéreas de Israel y alcanzaron zonas pobladas.
El gobierno de Netanyahu tiene ahora el pretexto que buscaba: cuando Gaza cumple un año bajo un bombardeo incesante, el ataque iraní permite a Israel ponerse la máscara del victimismo ante el escenario mundial, lo que le asegura el apoyo inquebrantable de Washington.
La invasión comienza
Bajo las órdenes de Netanyahu, las fuerzas israelíes han asaltado el sur del Líbano. Miles de soldados y vehículos blindados, respaldados por ataques aéreos y de artillería, están cruzando la frontera. El ataque incluye municiones de racimo de fósforo blanco, armas químicas prohibidas internacionalmente que provocan quemaduras horribles a los civiles.
Mientras tanto, los aviones de guerra israelíes siembran la muerte en Beirut, Tiro, Sidón y otras ciudades importantes. Esto sucede tras dos semanas de ataques cada vez más intensos que ya han causado la muerte de más de 1.600 libaneses, incluidos 140 niños.
El costo para el pueblo del Líbano es asombroso:
- 37 muertos y 3.500 heridos por explosivos ocultos en buscapersonas y walkie-talkies
- 600 muertos en los primeros cuatro días de bombardeo
- El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, fue asesinado el 28 de septiembre
- Un millón de libaneses desplazados: 1/5 de la población
Israel recurre a las mismas justificaciones huecas que utiliza para justificar su matanza en Gaza: «Nuestra guerra es contra Hezbolá, no contra el pueblo libanés». Afirman que advierten a los civiles antes de los ataques. La cruda realidad es que esas «advertencias» llegan momentos antes del impacto, sin dejar tiempo para escapar.
Implicaciones más amplias
Esta invasión, junto con la actual guerra en Ucrania y el genocidio en Gaza, ha encendido un polvorín que amenaza con engullir todo Oriente Medio. La conflagración resultante podría desestabilizar a Europa y quebrantar la paz mundial.
Las acciones de Israel son una clara provocación, cuyo objetivo es arrastrar a Irán a un conflicto directo, lo que realinearía a los vasallos estadounidenses en la región (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Turquía, Jordania), que habían comenzado a distanciarse de las atrocidades de Israel y a buscar vínculos más estrechos con Irán, China y Rusia a través del BRICS+.
Una guerra más amplia obligaría a Estados Unidos a intervenir en una región donde su influencia ha menguado. Washington ha estado reforzando su presencia militar durante meses, anticipando (o planificando) estos acontecimientos junto con la inteligencia israelí.
Los verdaderos belicistas
Los medios de comunicación dominantes difunden una narrativa conveniente: Netanyahu, el bandido de línea dura, está explotando el ciclo electoral estadounidense. Ni Trump ni Biden se atreven a poner freno a Israel por miedo a distanciarse de donantes poderosos.
Esto encubre la verdadera culpabilidad de la Casa Blanca. Los hechos pintan un panorama condenatorio:
- El Departamento de Estado conoce los planes de Netanyahu desde hace semanas.
- El Pentágono dio luz verde a la operación
- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, apoya abiertamente el «desmantelamiento» de la infraestructura de Hezbolá
- Biden ha enviado miles de millones de dólares en armas y aviones de combate a Israel
- Estados Unidos está aumentando rápidamente su presencia militar en la región
Con 43.000 soldados ya desplegados en Irak, Siria, Jordania y otros lugares, Estados Unidos está desplegando fuerzas navales, incluidos submarinos nucleares. Esta enorme acumulación de tropas se planeó con mucha antelación.
La verdad ineludible: la guerra de agresión de Israel continúa con el pleno respaldo de Estados Unidos. Biden y Harris no son simplemente cómplices por inacción, sino coautores de esos crímenes de guerra.
Un llamado a la paz y a la acción
Las tensiones en Oriente Medio, sumadas a la guerra en Ucrania, plantean una grave amenaza a la paz mundial y corren el riesgo de arrastrar a Europa y a España a una mayor inestabilidad y a un mayor enredo militar con las ambiciones imperialistas de Estados Unidos.
Sin embargo, la maquinaria bélica israelí-estadounidense se encuentra cada vez más aislada en el escenario mundial. En la reciente cumbre de la ONU, Netanyahu se enfureció ante un auditorio casi vacío. Si bien poseen una fuerza militar abrumadora, han perdido decisivamente la batalla por los corazones y las mentes.
La gran mayoría de los habitantes del mundo, incluidos muchos en Estados Unidos y Europa, exigen el fin de la agresión israelí y se solidarizan con Palestina y el Líbano.
Exigimos:
- Retirada inmediata e indefinida de Israel del Líbano, Gaza y Cisjordania
- Netanyahu y otros perpetradores del genocidio de Gaza serán juzgados por crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional
- Un embargo internacional sobre los envíos de armas a Israel
- La liberación inmediata de todos los rehenes por parte de Hamás
- Hezbolá suspende ataques con misiles contra civiles israelíes
A los pueblos de España y del mundo: movilizaos para defender la paz y detener la barbarie en Palestina y Líbano. El futuro de la humanidad está en juego.
¡Hay que parar la guerra!