La filosofía es lucha de clases en la teoría
La filosofía no es un juego de especulación neutra, sino un campo de batalla de la lucha de clases. Cada corriente filosófica está impregnada de intereses de clase, ya sea del proletariado o de la burguesía.
La burguesía francesa de los siglos XVII y XVIII tuvo que pelear en el terreno de las ideas, desarrolló un materialismo filosófico que confrontaba el idealismo feudal. Sin embargo, su materialismo era limitado y mecánico, incapaz de trascender en las ciencias sociales, donde la burguesía siempre ha sido idealista.
El materialismo dialéctico, defendido por Lenin y Mao, coloca la práctica social por encima de la conciencia individual. Esta perspectiva materialista es fundamental para entender y transformar la realidad. La filosofía burguesa, en cambio, se centra todo en «el Hombre», idealizando al individuo y relegando la materia.
El Movimiento Comunista Internacional nos muestra la importancia de la filosofía en la lucha de clases. Mao, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, aplicó el materialismo dialéctico para combatir la influencia burguesa dentro del Partido Comunista y el Estado socialista. Esta lucha interna es vital para avanzar en la construcción del socialismo.
La ideología proletaria, basada en la lucha de clases, debe ser el motor de la revolución. Solo desde una posición de clase puede desarrollarse un punto de vista verdaderamente revolucionario. La filosofía y la ideología son armas esenciales en la lucha por un mundo más justo y libre de opresión.