La estafa inmobiliaria: Cómo el capitalismo te roba el techo
La lucha por un techo digno se ha convertido en una guerra contra el sistema capitalista. Mientras los burócratas del gobierno anuncian que no son más que migajas, la realidad nos golpea: el 92,1% de tu salario se evapora en pagar un alquiler. ¿Te suena familiar? Probablemente sí, porque 7 de cada 10 jóvenes trabajadores siguen atrapados en la casa de sus padres.
El engaño de lo «asequible»
El gobierno, en su infinita sabiduría burguesa, ha anunciado 6.000 millones de euros en créditos para construir 43.000 viviendas de «alquiler asequibles». Pero, ¿qué significa «asequible» para estos lacayos del capital? La respuesta: absolutamente nada.
La lógica dictaría que un alquiler no debería superar un tercio del Salario Mínimo (SMI). Eso se traduce en 378 euros. Pero, ¿alguien cree que los buitres inmobiliarios se conformarán con esa migaja? El gobierno entrega el control al sector privado, asegurando que los precios se dispararán hasta donde el «mercado» (léase: la avaricia capitalista) lo permita.
Las matemáticas de la explotación.
Hagamos números. El gobierno calcula 140.000€ por vivienda. Si el Estado las construyera y alquilara a 378€, en 31 años estarían pagadas. ¿Por qué no lo hacen? La respuesta es simple: no hay voluntad de resolver el problema. El sistema prefiere mantenerte encadenado a deudas eternas.
La realidad en cifras
- Solo el 2,5% del parque de vivienda en España es social público.
- En Cataluña, las viviendas sociales representan un miserable 1,7% del total.
- En Barcelona, mientras el ayuntamiento y la Generalitat poseen 14.319 viviendas, 14.000 empresas y grandes propietarios acumulan 111.140 pisos.
El imperialismo inmobiliario
En Baleares, el 40% de las compras son de capital extranjero. Literalmente, nos están robando la tierra bajo nuestros pies. Mientras tanto, en otras latitudes:
- Canadá y Nueva Zelanda han prohibido que extranjeros especulen con viviendas.
- Portugal protege a sus mayores con contratos de alquiler indefinidos.
- Viena, ¡oh, la roja Viena!, posee el 50% de las viviendas y las alquila a precios justos.
La lucha continúa
El sistema capitalista ha convertido la vivienda en un negocio rentista que exprime hasta la última gota de sangre de la clase trabajadora. Las medidas del gobierno son parches que no curan la herida abierta de la especulación.
La solución está en nuestras manos: exigir una empresa pública de vivienda, prohibir la especulación extranjera y establecer alquileres vinculados al salario mínimo. Solo así podremos romper las cadenas que nos atan a un sistema que nos roba el derecho básico a un techo.
¡Por una vivienda digna y accesible para todos!