La clase obrera unida: ¡Regularización Ya!

0

El sistema capitalista, en su insaciable búsqueda de mano de obra barata, ha creado una subclase de trabajadores: los inmigrantes sin papeles. Pero la clase obrera española no se queda de brazos cruzados. Más de medio millón de voces se han alzado para exigir la regularización de estos trabajadores, demostrando que la solidaridad proletaria trasciende fronteras y nacionalidades.

La farsa parlamentaria se tambalea

El pasado 4 de octubre, el establishment político se vio obligado a ceder ante la presión popular. El Congreso de los Diputados, ese teatro burgués donde se escenifican las luchas de poder de la clase dominante, ha tenido que desbloquear la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar a medio millón de trabajadores migrantes.

¿La razón? No fue la benevolencia de los políticos profesionales, sino la fuerza de 912 organizaciones y 612.000 firmas ciudadanas que exigen justicia para nuestros hermanos de clase.

Los números no mienten: la explotación al descubierto

Se calcula que medio millón de personas residen de forma «irregular» en España. ¿Irregular para quién? Para un sistema que los necesita en la sombra, sin derechos, para maximizar la extracción de plusvalía.

La última regularización, en 2005 bajo el gobierno socialdemócrata de Zapatero, benefició a 600.000 personas. Pero el capitalismo es una bestia insaciable, y hoy nos encontramos de nuevo ante una masa de trabajadores sin derechos.

La lucha desde abajo

La iniciativa «Regularización Ya» no nació en los despachos de los burócratas, sino en las calles. Fueron los propios trabajadores migrantes quienes, a finales de 2021, alzaron la voz contra su propia explotación. Y no estuvieron solos: desde Cáritas hasta la Conferencia Episcopal, pasando por ayuntamientos y asociaciones de toda índole, se sumaron a esta lucha.

El peligro de la trampa reformista

La iniciativa está en peligro de ser diluida en el pantano parlamentario. El PSOE y Sumar, esos gestores del capitalismo con rostro amable, proponen «ampliar» la regularización hasta enero de 2024. ¿Acaso la explotación tiene fecha de caducidad?

La Plataforma Regularización Ya advierte: algunas enmiendas añaden requisitos tan restrictivos como los de las vías ordinarias. ¿El resultado? Dejar atrás a millas de trabajadores, perpetuando su situación de vulnerabilidad.

El camino a seguir

Compañeros, la lucha no termina con una firma en el Congreso. La verdadera batalla es en las calles, en los centros de trabajo, en cada rincón donde un trabajador, con o sin papeles, es explotado.

La regularización no es un acto de caridad, es un acto de justicia de clase. Porque cada trabajador sin derechos es un arma en manos de la burguesía para precarizar las condiciones de toda la clase obrera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *