Convulsiones al Sur del Paralelo 38: El Autogolpe que Sacudió a Corea del Sur
Corea del Sur, pieza clave en la estrategia geopolítica estadounidense en Asia, atraviesa una crisis política sin precedentes tras el fallido autogolpe del presidente Yoon Suk-yeol. Este breve pero significativo intento de tomar el control absoluto desató el caos en Seúl y dejó al país en un estado de incertidumbre.
La Asonada Fallida
En la noche del 3 de diciembre, el presidente conservador Yoon Suk-yeol sorprendió al país al declarar una ley marcial, acusando a la oposición de actividades antiestatales y simpatías hacia Corea del Norte. Este movimiento inédito desde 1980 dejó atónitos a los ciudadanos y al mundo. Tropas y policías rodearon el Parlamento, pero los legisladores, incluidos miembros del propio partido de Yoon, se atrincheraron y revocaron la medida en una votación de emergencia. La población, indignada, salió masivamente a las calles, y la intentona golpista colapsó en cuestión de horas.
Aunque Yoon intentó desviar la culpa hacia su ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, su futuro político parece sentenciado. La mayoría parlamentaria exige su dimisión inmediata, sellando el destino de un presidente ya debilitado por escándalos de corrupción y una popularidad en picada, con apenas un 20% de respaldo ciudadano.
El Regreso de los Fantasmas del Pasado
Corea del Sur, que durante décadas vivió bajo dictaduras militares y leyes marciales, parecía haber dejado atrás ese oscuro capítulo desde la instauración de la Quinta República en 1980. Sin embargo, el «chapucero» intento de Yoon revive las tensiones históricas, demostrando que la estabilidad democrática surcoreana no está garantizada.
El conflicto político interno, marcado por la polarización entre el Partido del Poder Popular (PPP) y el Partido Demócrata (PD), alcanzó su punto álgido este año. Con un Parlamento dominado por el PD, las iniciativas del presidente han sido sistemáticamente bloqueadas, mientras que Yoon ha utilizado el veto presidencial en un número récord de ocasiones. La reciente aprobación de un presupuesto reducido que apunta directamente a su administración y a su influyente esposa, Kim Keon-heen, parece haber sido la chispa que detonó la desesperada maniobra de Yoon.
Tensiones Regionales y Geopolíticas
El intento de golpe de Estado no puede entenderse sin considerar el contexto regional. Durante su mandato, Yoon endureció las relaciones con Corea del Norte, alineándose estrechamente con Washington y sugiriendo incluso el envío de armas a Ucrania, una medida legalmente cuestionable en Corea del Sur. Mientras tanto, Rusia y Corea del Norte han estrechado vínculos, con Moscú ofreciendo apoyo político y económico a Pyongyang a cambio de ayuda militar.
El fracaso del autogolpe ha sido celebrado en Moscú y Pyongyang, mientras que China observa los acontecimientos con cautela. Pekín, consciente de la importancia estratégica de Corea del Sur, ha evitado declaraciones comprometedoras, pero mantiene una postura vigilante.
Un Pivote Geopolítico Crucial
Corea del Sur, con más de 24.000 tropas estadounidenses estacionadas en su territorio, es un bastión fundamental en el diseño estratégico de Washington en Asia-Pacífico. Este país, junto a Japón, constituye el «portaaviones» del Pentágono en la región, clave para contener a China y proteger los intereses estadounidenses.
El colapso político en Seúl llega en un momento particularmente delicado, con Donald Trump a punto de regresar a la Casa Blanca. La política exterior de su administración anterior incluyó un sorprendente acercamiento a Corea del Norte, lo que añade otra capa de incertidumbre a la ya volátil situación en la península.
Reflexión Final
El fallido golpe de Yoon no solo ha puesto en jaque a su gobierno, sino que también ha expuesto las fracturas internas y externas que enfrenta Corea del Sur. Como pieza clave en el tablero geopolítico asiático, cualquier inestabilidad en este país tiene implicaciones profundas para la región y para los planes de dominación global de Estados Unidos. ¿Podrá Seúl superar esta crisis o estamos viendo el preludio de un cambio mayor en el equilibrio de poder en Asia?