La cultura, bajo la tempestad de la pandemia.
En la realidad en la que nos encontramos, la crisis no solo arrecia a la economía y a todos. También a los cimientos de la educación.
Con el frente tal como nos llega, no podemos olvidar lo importante que ha sido este pilar en la formación de todo tipo de grandes personalidades por toda la historia. Los grandes pensadores y revolucionarios de nuestra era, a los que recurrimos en momentos de necesidad e inspiración, fueron abanderados por la cultura de la que más adelante formaron parte.
Todos los indicios a los que podemos recurrir, desde el INE (Instituto Nacional de Estadística) hasta los sectores culturales, hablan de una caída de hasta el 36% en la economía de este sector. Este hecho es una gran pérdida para todos. Desde teatros y cines, pasando por actos de poesía y museos, ven el número de visitas caer en picado cual águila cayendo sobre su presa. ¿Acaso es el proceso natural de la pandemia? ¿No se ha planteado la reducción del IVA cultural? ¿Hay algún plan nacional para este sector? Por el momento, simplemente no.
El confinamiento se ha convertido en la época más brillante del sector. La brillante actuación de artistas, creadores de contenido, el consumo que se ha hecho de material audiovisual que desde el momento uno han actuado más rápido que nadie. Creo que todos podemos afirmar, que el confinamiento sin cultura, nos habría dejado en peores circunstancias, y se lo debemos a todos ellos.
Ahora nos toca a nosotros apoyar todas las medidas que beneficien a este sector. Es parte clave de nuestro desarrollo, que ha hecho un enorme esfuerzo por estar ahí para nosotros y ahora más que nunca debe ser arropado. El IVA cultural, la paralización de impuestos al sector, el apoyo al mismo por las instituciones y el consumo de cultura por nuestra parte es ahora una tarea de responsabilidad.
No dejar atrás a los padres revolucionarios y pensadores del futuro. Unirnos desde abajo, desde una mayoría popular, a quienes nos han dado tanto con su pasión y entrega. Desde la unidad, un enorme abrazo revolucionario, os escribe Francisco Morel.