Frente a la confusión y el enfrentamiento: ¡Unidad y Solidaridad!
La visita este domingo de los reyes, el presidente del gobierno Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón a Paiporta, epicentro de la catástrofe con al menos 62 muertos, ha sido recibida con gritos de “asesinos” y lanzamiento de objetos, botellas de agua, cañas y barro.
Hay un sustrato -completamente legítimo y comprensible- de malestar, indignación y rabia de los vecinos de las localidades afectadas por la dana, ante la gestión de la catástrofe o la insuficiencia de atención recibida para paliar su situación. Pero en los hechos aparece de manera nítida la acción organizada y premeditada de grupos de extrema derecha, algo de lo que ya hay una cantidad abrumadora de evidencias.
La visita se realizó en un clima de alta tensión acumulada después de cinco días de creciente indignación y rabia contenida.
Por un lado, por la sensación generalizada, cuando ya van más de doscientos muertos, de que la tragedia podía haberse evitado o paliado en gran parte si se hubiera avisado a tiempo a la población: “El aviso llegó a Paiporta y las poblaciones afectadas cuando miles de personas ya estaban con el agua al cuello”.
Por otro, por la falta de ayudas y desamparo que siente la población después de días sin agua, luz y alimentos, sin médicos y nadie de emergencias que les echara una mano para retirar el barro, los coches y montañas de enseres acumulados en sus calles. Un sentimiento solo paliado durante estos días por los voluntarios, familiares y amigos. La ayuda ha empezado a llegar al epicentro con la indignación al límite.
Los cinco días de frustración, indignación y cabreo han estallado con la visita. Con los presidentes del gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Carlos Mazón en el centro de las iras y gritos de “dimisión”. Sánchez y Mazón han abandonado la comitiva mientras los reyes continuaban tratando de calmar los ánimos conversando con la gente durante casi hora y media.
Que nos confundan, no es una rebelión popular
Pero que no nos confundan, lo ocurrido con la visita no ha sido una “rebelión popular espontánea”. Grupos de la ultraderecha, nazis y fascistas, han organizado el tumulto, iniciando el lanzamiento de barro y objetos, incluso la agresión a Sánchez, golpeado con un palo, aprovechando la indignación legítima de la gente.
Medios como El País han denunciado cómo entre los más exaltados había gente con indumentaria ultra, alguna de la División Azul. Y desde elDiario.es se aportan datos que confirman la participación de “una veintena de jóvenes, con indumentaria ultra, han comenzado a lanzar barro”. Según este diario, “las redes de la extrema derecha han azuzado llamamientos para boicotear la visita institucional” y “el entorno de la asociación de ultraderecha Revuelta ha reivindicado la agresión con un palo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”. Y hay imágenes de algunos haciendo el saludo nazi brazo en alto.
Y desde el sindicato de Vox, a través de su perfil oficial en X, se han ofrecido “servicios jurídicos de forma gratuita” a quienes fueran “detenidos o multados por patear el coche” del presidente Sánchez.
La extrema derecha no ha tenido remilgos en reivindicar orgullosamente los enfrentamientos ocurridos en Paiporta. Incluso por la noche, en Madrid, decenas de personas con banderas franquistas y neonazis volvían a congregarse en la calle Ferraz, frente a la sede central del PSOE.
La ira, el enfado, la sensación de desamparo, la indignación, incluso los abucheos de algunos vecinos son totalmente legítimos y comprensibles. Pero ese sustrato fue intoxicado y dirigido por grupos ajenos a Paiporta, para transformarlo en odio, división y enfrentamiento nada «espontáneos» ni naturales, sino completamente organizados y premeditados.
Que no nos confundan, no es una «rebelión popular», los hechos de ayer -tal y como se produjeron- se corresponden a la acción intoxicante de grupos neonazis y de extrema derecha, que siguen la lógica del «cuanto peor, mejor»
Es el momento de la Unidad y la Solidaridad
Cuando en medio de la tragedia se interviene para transformar el dolor y la indignación de los afectados en división y enfrentamiento no se está buscando ayudar a quienes la sufren, sino servir a otros intereses.
Tampoco es el momento del enfrentamiento político sino de la unidad y la solidaridad y hacer un frente común para ayudar a los afectados, afrontar la situación y salir adelante.
Quienes debilitan la unidad para afrontar esta situación trabajan en contra de la población azotada por el desastre. Necesitamos la unidad para que todos los esfuerzos, todas las medidas, todos los recursos se pongan al servicio de hacer frente a la catátrofe humanitaria provocada por la dana.
Una unidad por encima de las diferentes posiciones políticas e ideas, tan fuerte como la solidaridad que está demostrando la sociedad valenciana para ayudar a las víctimas. Y la sociedad española que se ha volcado desde todo el país en recabar ayuda que está llegando a las zonas afectadas. Desde productos de primera necesidad al envío de toda suerte de equipos, bomberos,, militares y profesionales de toda clase y material necesario para hacer frente a los daños materiales, bombas de agua o equipos eléctricos… Una sociedad que se siente conmocionada por las dimensiones de la tragedia pero orgullosa de cualquier gesto de apoyo o ayuda y de sus voluntarios…
Y desde ahí también es el tiempo de la exigencia y el compromiso a todas las autoridades estatales, autonómicas y locales para que no escatimen esfuerzos a la hora de poner todos los medios necesarios para ayudar a las víctimas de la tragedia a salir adelante.
¡Una vez más frente a la división y el enfrentamiento, Unidad y Solidaridad!