La voluntad política es el músculo que mueve las naciones. Puede elevar a las masas o hundirlas en la miseria.

La voluntad política es el músculo que mueve las naciones. Puede elevar a las masas o hundirlas en la miseria con la misma facilidad con la que un capitalista firma un cheque. En apenas unos meses, hemos visto cómo las políticas de un gobierno pueden arrasar con las vidas de millones, convirtiendo la esperanza en desesperación y el pan en lujo.

Argentina: Laboratorio del neoliberalismo salvaje

El experimento Milei en Argentina es un ejemplo sangrante de cómo la voluntad política al servicio del capital puede destruir el tejido social de un país en un tiempo récord. Con una precisión quirúrgica, el gobierno ultraderechista ha ejecutado un plan maestro para empobrecer a su población:

  • Devaluación del peso en un 118%
  • Inflación disparada al 237% interanual
  • Aumento de tarifas de servicios básicos hasta un 200%
  • Congelación de pensiones mínimas a niveles de miseria

El resultado: 5,5 millones de nuevos pobres en menos de un año. Un logro que ni el más feroz de los capitalistas habría soñado.

España: Entre la traición y la resistencia

Pero no hace falta mirar tan lejos para ver los efectos de la voluntad política. Nuestra propia historia reciente está plagada de ejemplos:

  1. 2010 : Zapatero, obediente a Washington y Berlín, inaugura la era de la «austeridad», hundiendo a España en una década de retrocesos sociales.
  2. 2019 : El PSOE, tras resistirse, forma gobierno con Podemos, demostrando que la voluntad política puede cambiar de la noche a la mañana.
  3. 2022 : La «excepción ibérica» ​​en el precio de la energía demuestra que plantarse ante Europa es posible cuando hay voluntad real.

Sin embargo, la traición también es parte del juego. El giro de 180 grados en la cuestión del Sáhara o la negativa a derogar la Ley Mordaza son ejemplos claros de cómo el PSOE protege los intereses del IBEX 35 y no los del pueblo trabajador.

La voluntad política como herramienta revolucionaria

Es hora de que la clase trabajadora exija una voluntad política a su servicio. Medidas como:

  • Limitar por ley el precio de los alquileres al 25% de la renta media
  • Redistribuir de manera solidaria a los migrantes entre todas las Comunidades Autónomas
  • Crear un parque de vivienda pública masiva

Estas no son utopías, son realidades posibles con la voluntad política adecuada.

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