La Justicia Internacional pone en jaque al sionismo: ¡La ocupación israelí es ilegal!
En una movida histórica que hará temblar los cimientos del poder sionista, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha dejado las cosas claras: la ocupación israelí de los territorios palestinos es ilegal. ¡Ilegal, sí, lo has leído bien! En un golpe directo a las políticas de apartheid, la máxima instancia judicial del mundo ha sentenciado lo que el pueblo palestino lleva décadas gritando: Israel, con su bota militar y su muro de segregación, viola el derecho internacional al ocupar tierras que no le pertenecen.
Este dictamen no es cualquier cosa. Es una señal, un clarín que resuena en todas las esquinas del planeta y que lanza un mensaje directo: ¡Basta de impunidad! Ya no hay excusas, el colonialismo y la opresión israelí no solo son inmorales, sino que ahora están reconocidos oficialmente como ilegales por la máxima autoridad legal del mundo. ¡Qué tiemblen los opresores!
Claro, sabemos que Israel y sus aliados de siempre, en especial los EE.UU., harán todo lo posible por ignorar, deslegitimar o incluso sabotear esta decisión. Pero el genio ya está fuera de la botella y no hay vuelta atrás. Este es un triunfo no solo para el pueblo palestino, sino para todos los que luchamos por un mundo más justo y libre de la tiranía imperialista.
Este fallo de la CIJ no solo refuerza la lucha del pueblo palestino, sino que deja en evidencia las vergonzosas complicidades de quienes, en nombre de la «seguridad» o el «diálogo», han permitido que la ocupación persista durante tanto tiempo. Para quienes creemos en la justicia, este es un recordatorio de que la lucha sigue, pero ahora con una nueva herramienta en nuestra caja: el respaldo de la ley internacional.
No podemos quedarnos de brazos cruzados. Es hora de redoblar esfuerzos, de manifestarnos, de levantar la voz y de apoyar a nuestros hermanos y hermanas palestinas en su justa lucha por la libertad. Porque la historia no se escribe desde los despachos de los poderosos, sino en las calles, y hoy, más que nunca, ¡es el momento de actuar!