12 de Octubre: El mundo hispano desafía al Imperialismo
En el aniversario de la llamada «conquista«, es hora de dejar de mirar al pasado y enfocarnos en el presente y futuro revolucionario del mundo hispano. Mientras las oligarquías se empeñan en dividirnos, debemos reconocer el poder latente de nuestra comunidad global.
El Coloso Ignorado
¿Sabías que el mundo hispano representa el 10% del PIB mundial? Superamos a la francofonía y nos codeamos con las potencias económicas. Pero, ¿quién ha construido esta riqueza? No las rancias élites, sino los pueblos trabajadores a ambos lados del Atlántico.
Cultura como Arma de Resistencia
Nuestro arsenal no se limita a lo económico. La cultura hispana es un bastión de la humanidad en un mundo deshumanizado por el capitalismo. Desde Cervantes hasta García Márquez, desde Goya hasta Picasso, hemos dado al mundo visiones que desafiaban el statu quo. Como dijo un hispanista japonés: «Si desapareciera la cultura española en el mundo, quedarían pocas cosas».
La Unidad que Viene Desde Abajo
A diferencia del mundo anglosajón, nuestra unidad no es producto de imperios o acuerdos entre burguesías. Es la obra de los pueblos en lucha. Desde la resistencia contra Napoleón hasta las revoluciones latinoamericanas del siglo XXI, nuestra historia es un grito constante contra la opresión.
El Patio Trasero que se Rebeló
En los 70 y 80, América Latina era el «patio trasero» de EE.UU. Dictadores sangrientos, formados en la infame Escuela de las Américas, mantenían a nuestros pueblos bajo el yugo del imperio. Pero como dijo Marx sobre la España revolucionaria: «la sociedad española estaba llena de vida y repleta, en todas sus partes, de fuerza de resistencia».
Esta resistencia se materializó en movimientos como el sandinismo en Nicaragua y tantos otros que sacudieron el continente. Su objetivo: liberarse del dominio yanqui y recuperar los recursos expoliados por el capital extranjero.
El Futuro es Nuestro
La realidad es clara: el mundo hispano no es un vestigio del pasado, sino una fuerza de vanguardia en la lucha global contra el imperialismo. Nuestra unidad no la impone ningún centro de poder, la forjamos en las calles, en las fábricas, en las universidades.
Es hora de despertar al gigante. De usar nuestro poder económico, cultural y político para liderar la revolución mundial. El mundo hispano no es solo un conjunto de países; es la vanguardia de un futuro socialista.
